Uno de los conceptos más importantes de la seguridad vial es la distancia de seguridad. La distancia de seguridad se considera como el espacio en metros que debe haber entre nuestro vehículo y los situados alrededor de forma que podamos detener la marcha de nuestro vehículo completamente sin crear ningún problema.
Pues bien, esta distancia de seguridad se puede dividir a su vez entre distancia de reacción y distancia de frenado.
La primera es la distancia recorrida durante el intervalo de tiempo que va desde el momento en que vemos un obstáculo o problema, lo procesamos y terminamos por reaccionar. Fundamentalmente depende de dos factores: la pericia del conductor y la velocidad.
La distancia de frenado es, por su parte, la distancia recorrida desde que accionamos el pedal del freno hasta que nuestro vehículo se detiene por completo. Aquí los factores influyentes son mucho más amplios, incluyendo la meteorología, el estado del vehículo, así como el de la vía.
Por eso todos estos factores deben tenerse en cuenta a la hora de considerar cuál es la distancia de seguridad que debemos respetar.
En ocasiones, debido a las dificultades que muchos conductores tienen para valorar correctamente la distancia de seguridad, suele recurrirse a dar referencias temporales que se conocen como tiempos de seguridad. Así, lo aconsejable es dejar un intervalo de 2 segundos si se circula en ciudad y 3 si se hace por carretera. De esta forma estaremos manteniendo una distancia de seguridad correcta.